viernes, 12 de junio de 2009

Nos va el riesgo

Nadie lo puede negar. Nos va el riesgo, nos gusta. Todos tenemos nuestro lado sadomasoquista y es algo inevitable. Tan inevitable y jodido como esa gripe que coges cuando llega el fin de semana. Digo esto porque pasa continuamente y a nadie le sorprende.
Empiezas por poco: robas un chicle en la tienda de chucherías, caminas por el borde de la piscina, te vas de un bar sin pagar la consumición… cosillas sin demasiada importancia que no van a cambiar el rumbo de tu vida.
Luego ya haces cosas más arriesgadas: cruzas la calle sin mirar si vienen coches, te afeitas sin ponerte primero la espuma esa con la que pareces Papá Noel y paseas por el Raval como si no pasara nada. Con cualquiera de las tres opciones anteriores podrías haber acabado haciéndote daño y lo sabes, pero aún así lo haces. ¿Por qué? Porque te va el riesgo, ya te lo he dicho.
Eso sí, lo mejor llega al final. Cuando conoces a esa chica imposible. Esa chica que sabes que no es la tuya, que no la conquistarás jamás, que no se fijará en ti pero adivina qué haces… ¡Exacto! Lo intentas como un capullo y no tienes otro final que ese, el de un capullo al que le va el riesgo.

1 comentario:

Raul dijo...

Mejor hacer el capullo en el intento que quedarte sin haverlo intentado :D
muy chulo el texto ;)