viernes, 25 de diciembre de 2009

Navidad y tal

Y esto son las maravillosas y fabulosas fiestas de Navidad. Celebrar el nacimiento del ‘gran’ salvador de no sé quién con regalos tan absurdos como inútiles en la mayoría de los casos, poner luces de colores que no son ni Osram (esas que anunciaba Ramón García en el “Grand Prix”) y que chupan un huevo de Kw que cómo no, pagamos entre todos que para eso somos socialistas.
Pues sí, época de hincharte a beber y comer como si se tratara de un animal de granja. Después llegarán los ardores, la sal de frutas y todo eso… pero en el momento te importa una mierda tu salud, sólo quieres amortizar todo ese dinero de la paga extra que te has gastado en comida que cuesta más pelar y quitarle la cáscara que comértela.
También, otra gran tradición son las reuniones familiares en las que los más jóvenes nos aburrimos hasta la saciedad mientras los mayores critican al actual gobierno y alaban los tiempos pasados. Todo esto mientras tu (mi) madre se sienta en el sofá para ver a Raphael en una gala que lleva su nombre por 50º año consecutivo –¡qué tío!- y el sobrino llora a la vez que desmonta el Belén.
En fin, ésta es la magia de la Navidad. Por suerte en mi casa cada vez le hacemos menos caso y ya no siquiera pasan esos seres extraordinarios que te dejan regalos a cambio de pan duro y whisky pasado, ya se lo tomaron todo y mi madre dice que pasa de comprar más para los mismo tíos que cada año le traen las mismas inutilidades. Pues nada madre, veremos Raphael por la tele que aún es gratis.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Reina Elisenda

Me subí en Plaza Catalunya y ella en Provença. Bah, era la misma situación de cada mañana. Se sentó a mi lado y sacó sus apuntes de no sé qué de Empresa. Yo leía.
Parecía no tener muy claro su destino y se levantó para mirar el mapa de las líneas de FGC. Yo la miré desde mi asiento y luego seguí con la lectura.
Dejó la mochila en el asiento y por el movimiento del tren casi se cae al suelo, pero yo la salvé de que se precipitara. La chica lo vio desde su posición y me dio las gracias con una preciosa sonrisa.
Volvió a su asiento, al lado mío. Seguía con sus apuntes aunque de vez en cuando me miraba y yo a ella, no nos cruzamos. Yo esperaba que no viera la portada de mi libro -Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones- y se pensara que era algún tipo de depravado. Los asientos eran estrechos y fueron varias las veces que estuvimos en contacto porque no teníamos sitio. Yo seguía intentando leer.
Se acercaba mi parada y yo deseaba que ella fuera una de las alumnas de mañana mi colegio, así tendría más tiempo de verla y poder decirle algo. Resultó que no. Me levanté y me dirigí a la puerta con la esperanza de que fuera una de esas personas que no se levantan de su asiento hasta que el tren se para del todo. No, no era de esas. Cuando se abrió la puerta me volví a mirarla. El pelo le tapaba un poco la cara pero me miró y me dedicó una tímida sonrisa. Yo se la intenté devolver pero no sé qué cara me salió...
Salí y el tren cerró las puertas. Dios, me sentí horriblemente mal dejándola ahí. Sus ojos parecían querer decirme algo, pero los hombres somos así, hay ciertas cosas que no conseguimos entender.
Joder, si me lo hubiera pedido me habría quedado en el tren con ella.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Ejemplificando la personalidad

La gente es tan extraña como curiosa. De verdad, la profesión del futuro es sociólogo. Fuera coñas, si alguien es capaz de adentrarse en ciertos cerebros humanos y lograr comprender el porqué de sus acciones yo les regalo un pin del Snoopy de edición especial.
Es que no sé, hay muchas cosas que a mí se me escapan. Llámame simple, llámame tonto. Pero según qué comportamientos en según qué situaciones es algo que no entenderé jamás ni por qué estas personas no se dan cuenta de ello.
- Ejemplo 1: A la persona “A” le gusta la persona “B”. La persona “A” consulta con su amigo “C” y tras una breve deliberación resulta que la persona “B” no es apropiada y la apartan sin más. Guay. ¿Para qué van a influir los sentimientos, los credenciales o los aspectos objetivos de “B”. Nada nada, “A” se ve subyugada a “C” y “B” sale perdiendo sin ni siquiera haber podido argumentar una defensa a su favor. Así va el mundo también.
También puede resultar que “C” sea un(a) estupendo/a amigo/a y haya salvado a “A” del capullo de “B”, en ese caso lo damos por medio-bien. En cualquier caso, al ejemplo número uno le titularemos “Devuélveme mi personalidad”
- Ejemplo 2: Este caso es más fascinante aún que el anterior y últimamente más próximo a todos nosotros en los tiempos que corren. La persona “X” es muy inteligente o al menos eso nos hace creer. Dicha persona conoce e investiga acerca de varios temas culturales. “X” informa a “Y”, a “Z” e incluso a “W” aunque no le acabe de caer bien. “Y” y “Z” se ponen contentos con los consejos de “X”. “W” va a su rollo y cada vez odia más a “X” porque él es usado en campos como el cine porno y “W” en cambio en otros tan simples y repugnantes como “W.C.” Con el tiempo, “X” no para de recordarles a “Y” y a “Z” que si no fuera por él, ellos no sabrían nada, pero “Y” y “Z” se sienten molestos ya que “X” parece que se atribuya todos los méritos y parezca que le deban la vida. A todo esto, “X”, que fue el descubridor de dicha ‘tendencia’, la abandona, ya que pese a descubrirla y apropiarse del mérito como si fuera el creador, la aborreció y asegura que ahora ya es una mierda porque muchas personas más como “G”, “H”, “I”, “J”, “K”, etc. etc. la siguen tras descubrirla él y ahora ya no es lo mismo. A este segundo y último ejemplo de hoy lo vamos a llamar “Mi personalidad es the best in the world y solo yo puedo tener esos gustos porque sino me enfado y me cambio de barco” (así, como una reacción pueril ante el hurto de un juguete por parte de otro niño)

Fin de la mierda de hoy. No creo haber demostrado nada, tal vez… exponer. Bueno, sí, he demostrado que me sé algunas letras del abecedario pero ya veis que ni en orden ni ná! Tantos años de educación concertada a tomar por culo, menudo disgusto se va a llevar mi madre.

lunes, 26 de octubre de 2009

Analizando el continuo espacio-tiempo

Hablar de las historias que me pasan en el metro u otros transportes públicos es un recurso muy usado pero... es lo que tenemos los pobres, que intentamos sacarle partido a cualquier cosa.
Pues eso, un viaje en metro se puede hacer eternamente eterno y hay que buscar algunas formas de invertir este tiempo. Una de ellas es estudiar a la gente. Así de primeras puede sonar feo, ni que las pobres personas fueran cobayas, pero así es más divertido, al menos para mí.
Empecemos: llego a la estación y tocar pagar. Yo lo hago a regañadientes ya que pienso que TMB cada día son más careros y aprovechados, pero por la mañana hay muchos revisores. Un chico de unos 25 años y de origen sudamericano piensa como yo pero no cae en la cuenta de la existencia de los revisores y se cuela. ¿Qué pasa? Que en Torrassa le pillan y le hacen bajarse del metro, uno menos.
En el vagón en el que voy van personas de varias etnias y edades. No está mal, diversidad cultural que lo llaman.
Hay bastante sitio pero al lado mío se sienta un hombre de mediana edad y con rasgos claramente islámicos. Puede sonar a tópico y tal, pero no mola. Se sienta al lado y me va mirando a ratos. Yo intento intimidarle con mi mirada que transmite energía, pero sin dirigírsela directamente a él, ya ves tú, seguro que por dentro se estaba cagando de miedo… no te digo.
Me cambio de asiento a otro vacío. ¡Qué bien! Llega la señora de edad avanzada que vuelve de hacer la compra y tiene ganas de hablar. Yo asiento y ella me dice: “Con esos cacharros en la oreja os vais a quedar sordos, ya se lo digo yo a mis nietos…” Qué extraña fascinación tienen las personas mayores por la seguridad de todo el mundo excepto por la suya, cómo se nota que han vivido una guerra… (no tiene nada que ver, pero es un tópico que se usa y queda bien)
Más gente que sube y que baja. Universitarios y sobre todo universitariAS (gracias sistema educativo) que hacen el trayecto de ida a sus respectivas facultades, todos con su carpeta a modo de distinción. Señores con maletín y americana, señoras con carritos de bebés y de compra, y luego yo, un pringao más entre todo este rebaño del que algún día no quedará nadie.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Dios bendiga al programa de intercambio de alumnos

Sigo en la biblioteca. Alrededor mío hay 10 ordenadores con su respectiva mujer para cada uno de ellos. Y las 10 muchachas son comúnmente llamadas como “guiris”. Vale. Mantengamos la calma. 10 bellezas rubias con los ojos azules. Hacen ver que trabajan aunque 9 de ellas están metidas en el facebook y la otra está en un chat raro. Teclean a la vez, haciendo mucho ruido para poder marcar bien.
Dani, pon la mente en blanco. Emmmm eeeeeemmmmmmm. Mierda, que se vayan yaaaa!!!
Una se ha levantado y con ella otras dos. Esto parece un desfile de modelos. Todas con sus tacones, sus andares perfectos y su melena dorada al viento. Basta. Se acabó leer Bukowski durante una temporada.

Mad World I

Estoy en la biblioteca. Preparando cosas de pre-rodaje audiovisual. Pues bien, tengo que ver un videoclip y no me dejan porque me dicen que no es trabajo. Cierro la ventana pero cuando se va la mujer vuelvo a abrirla, claro está.
Parece que todo va en calma. Entra una chica, no posee un gran don de belleza natural, pero bueno, así es la vida de injusta a veces. Para mejorar en algo, se echa desodorante en las axilas. ¿en el lavabo? ¡Qué va! ¿Para qué? Mucho mejor hacerlo en medio de la biblioteca con uno de esos sprays que con un par de ellos puedes hacer un agujero en la capa de ozono del tamaño de Birmania.
Yo flipo, porque ni siquiera huele mejor. Ahora la biblioteca entera huele a una mezcla extraña de amoníaco con jazmín.
En fin, debo ser demasiado raro (o demasiado clásico) para entender ciertas cosas…

mmmm

Estoy bloqueado. He pasado 12 horas en mi amado colegio. He llegado a casa y he tratado de hacer algo de provecho audiovisualmente hablando. Nada. Cero. Caca.
Oh, a un vecino se le ha caído un jarrón o algo de extrema fragilidad a la calle. Voy a asomarme a ver si hay sangre.
ejkgajtrnhoysohptyjkmukdjaaa

lunes, 28 de septiembre de 2009

La gente y las tragedias

Dos conceptos que deberían repelerse, bueno, el primero debería evitar el segundo pero… no es así. Hace poco ha habido una fuga de gas en mi calle, poca broma que a ver si salimos todos por los aires. Pues bien, ¿qué hace la gente? ¿meterse en casa y cerrar las ventanas? ¡NO! Eso sería demasiado sensato. Es mucho mejor bajar a la calle y asomarse al hoyo. A ver hijo mío, ¿qué esperas encontrar? ¿La cura del SIDA en ese hoyo del que no asoma otra cosa que una tubería de gas reventada?
Como los accidentes de tráfico. Vamos por la autopista y nos encontramos con un siniestro con los policías, ambulancias y demás desplegables. ¿Aceleramos y pasamos? ¡Qué va! Bajamos el ritmo y miramos a ver si hay algún miembro por ahí suelto… La gente se cree que la vida es una peli de Tarantino.

Yo por si acaso me despido no vaya a ser que sea mi última entrada el blog.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Ghostbusters!

A veces da pena que las series de la tele sólo sean ficción. Lo digo porque se me aparecen muchos fantasmas (del pasado, normalmente) y claro… ¿yo qué hago? Los afronto, pero los fantasmas a veces son más fuertes, y nos traen todas las mierdas que quisimos olvidar en su momento y conseguimos. Pero vuelven, y vuelven, y vuelven a recordártelo y tocarte un poco más los huevos.


Who you gonna call? GHOSTBUSTERS!

lunes, 21 de septiembre de 2009

Hábitos de las noches en vela

Tener insomnio tiene una particularidad, rareza, extravagancia, costumbre, hábito… llámalo X. Esta acción recae en que te aprendes la rutina nocturna. Sabes que cada noche se van a pelear dos gatos, que un hombre bostezará como si fuera una loba en época de celo y que el autobús nocturno pasará cada 20 minutos. Saber esto te hace daño, porque esperas que pase y si no pasa te encuentras inquieto, porque algo no marcha como debería. Entre esta angustia oyes como el hombre que siempre sale de casa a las 4:41 se retrasa 10 minutos en su salida y ya piensas en las consecuencias que pueda tener este retraso.
Cuentas ovejitas, borregos, golpes en la pared que dan tus vecinos y los minutos para que se levanten tus padres rumbo al trabajo. Entre todas estas cuentas te entra la verdadera pereza y te duermes, entonces ya no importa nada hasta la hora de comer.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Una historia que nunca había contado

Estaba con otra chica, de la que nunca había hablado. En otro bar, del que nunca había hablado. Y hablábamos de cosas, de las que nunca habíamos hablado.
Se nos hizo tarde y el dueño del bar apagó la música, nos recogió la mesa y nos echó una mirada que decía “es hora de cerrar”. Captamos la indirecta y nos fuimos.
Al salir a la calle llovía a mares y ninguno de los dos teníamos paraguas. No era problema porque ella vivía a una calle del bar así que corrimos hasta llegar a su portal no sin evitar que algunas gotas nos empaparan el pelo.
Nos pusimos a cubierto y acabamos la conversación en la puerta de su piso. Ella explicaba sus historias emocionada, sin dejarse los detalles y comentando cada situación de forma graciosa. Yo me reía, porque me hacía gracia de verdad y observaba la emoción en sus ojos explicando la historia. Acabó y nos quedamos en silencio. Nos levantamos y nos abrazamos. Noté la humedad de su abrigo sobre el mío y nos quedamos así un rato. Se separó y yo esperaba que dijera las palabras mágicas, pero de su boca solo salió un “hasta pronto”. Yo la sonreí y caminé solo bajo la lluvia hasta llegar a casa. Me tumbé en la cama y me dormí.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Septiembre, no eres bienvenido

Ha llegado Septiembre, ese maldito cabrón que casi sin avisar y sin que nos demos cuenta nos roba las vacaciones, el tiempo libre y el calor. Yo ya lo dije: echaremos de menos esos momentos de aburrimiento y de vacío en nuestras vidas que tuvimos (tuve) en verano, pero nadie me hizo caso y me llamaron loco, ahora sé que tenía razón.
Septiembre nos ha devuelto a cambio el trabajo y/o las clases y nos ha obligado a hacer una nueva remodelación temporal en nuestro armario. Con todo esto también me ha robado mis compañeros de nocturnidades, que claro, como están ocupados se tienen que acostar pronto, pero a mí el Sr. Septiembre no me ha traído el sueño, eso tal vez se lo tenga que pedir a los Reyes Magos…
Y la pregunta es sencilla: ¿Qué hago yo ahora? De momento me resigno, hasta que no encuentre algo digno de complacerme.

domingo, 6 de septiembre de 2009

(El principio) de la verdadera historia de la chica del bar de abajo

Mi amiga nos presentó. Dijo nuestros nombres y nos dejó solos el uno con el otro. Yo ya había advertido su presencia desde hacía rato y creía que tanta belleza no podía ser posible. Algo me recorrió todo el cuerpo cuando se me acercó, no eran náuseas.
Estuvimos hablando un rato sobre nuestros gustos y futuro profesional, ambos lo teníamos bastante crudo pero en ese momento me daba igual todo. Me costaba mirarla a los ojos, pero recuerdo perfectamente lo bonitos que eran.
Los músicos tocaron los primeros compases del concierto y ella se despidió. Sus besos se me clavaron como puñales que no podría arrancar aunque tampoco querría hacerlo. Me dejó tocado y se fue.
La volveré a ver. Vaya si la volveré a ver.

domingo, 30 de agosto de 2009

7 días y 6 noches

Todo ha pasado muy rápido, cuando te quieres dar cuenta ya estás en el AVE vuelta a Barcelona tragándote "Crepúsculo" y enamorándote de la chica que la protagoniza.
Ha sido muy poco tiempo, pero el suficiente como para conocer a la gente en estado etílico (el mejor momento para conocer a fondo a cualquier persona y hacerte amigo de él/ella para siempre). Y así ha sido. Les volveré a ver el año que viene, mientras, notaré que tengo un pequeño vacío por ahí pero que va siendo rellenado con otras personas que ya están aquí.
A parte, curiosas muchas cosas que me pasan. Si yo te contara...

miércoles, 19 de agosto de 2009

Una noche más, una noche menos

Toda la noche, TODA. Desde las 12 hasta las 8 de la mañana. En la cama, sin saber qué hacer. Ahora miro a la pared, ahora me cuelga el brazo hasta que toco el suelo, ahora me doy la vuelta y pongo la cabeza dónde los pies, me voy al sofá, me asomo… nadie. Claro, ¿quién va a haber de madrugada por la calle en pleno mes de Agosto?
Me vuelvo a la cama y miro al techo, nada, ahí tampoco veo la respuesta. Cierro los ojos, pero tampoco, no tengo ninguna revelación.
El reloj avanza, ya queda poco para que amanezca y las campanas en L’Hospitalet suenan cada cuarto durante toda la noche.
Joder, pues parece que me ha dado fuerte. Solo la he visto un par de veces, no he hablado con ella, no sé su nombre, no sé nada… y me está quitando el sueño. Pues muchas gracias señorita desconocida, espero que algún día me devuelvas esta noche que me has dejado sin dormir.

Ella, la chica del bar de abajo

Ella se sentaba sola, siempre en la misma mesa, siempre bebiendo lo mismo y siempre fumando los mismos cigarrillos. Llevaba varios días observándola pero hoy estaba especialmente resplandeciente. Tenía el pelo más rubio, los ojos más azules y la cara más suave. Fumaba de la manera más sexy que yo jamás había visto y hacía anillos de humo a través de los cuáles podía ver su precioso rostro.
Yo no podía dejar de mirarla, ella lo sabía y no hacía nada por evitarlo.
Apagó su cigarrillo y salió del bar. Yo salí tras ella, aún no sé muy bien porque lo hice pero no me arrepiento.
Anduve tras ella hasta que la paré para preguntarle a dónde iba. No me contestó pero no pudo evitar que una lágrima se deslizara por su mejilla. Saqué un pañuelo del bolsillo y se lo ofrecí. Ella lo cogió y me dijo: - Acompáñame.
No dije nada, la rodeé con mi brazo por la cintura y caminamos juntos hasta que nos perdimos por la oscuridad.

miércoles, 12 de agosto de 2009

La frenética vida de un estudiante en vacaciones (III)

Hace ya más de una semana que empezó Agosto, el mes de verano por excelencia, en el hemisferio Norte claro, porque en el hemisferio Sur es invierno, ya ves tú qué cosas. Meteorologías a parte, ahora sí que estoy notando las consecuencias de este mes. Todo el mundo se va a los pueblos, torres, cruceros o incluso alguno viaja a países más exóticos. Mientras, yo me quedo aquí oxidándome y tratando de culturizarme con algo nuevo.
Y entre toda esta frenética actividad he podido enumerar una serie de logros que he conseguido durante estos días:
- Ver películas, analizarlas artística y técnicamente y quedarme maravillado por alguna de ellas.
- Mudar la piel de las piernas
- Levantarme antes de las 4 de la tarde y ayudar a poner la mesa por dos veces.
- Limpiar mi habitación
- Empezar y acabar el mismo libro en un día
- Batir mi récord del Guitar Hero
- Actualizar el blog y el fotolog
Y la más difícil y de la que me siento más orgulloso:
- Ir al lavabo, no encender la luz por pereza y conseguir mear sin salpicar una sola gota fuera de la taza.

Esto se merece un aplauso… o incluso dos, si me apuras.

miércoles, 29 de julio de 2009

La frenética vida de un estudiante en vacaciones (II)

Y es que no haces nada. Te pasas el día ahí tirado en el sofá, quejándote de todo pero en realidad no tienes motivos para hacerlo. Te levantas cuando te da la gana y como mucho sales de casa para que te dé un poco el aire que ni siquiera es fresco. Y tienes demasiado tiempo para pensar, o para intentarlo porque te da pereza hasta pensar en cualquier caso. Prefieres estarte todo el rato frente al ordenador, jugando a estúpidos juegos que pasaron de moda hace 10 años, mirando el facebook para ver si tienes una solicitud nueva cada 2 segundos y tratar de escribir algo con sentido, pero ni eso se te dio nunca bien, así que a estas alturas tampoco vamos a hacer milagros.
Pues para esto, me quedo en la cama que así molesto y estropeo lo mínimo.

lunes, 27 de julio de 2009

La frenética vida de un estudiante en vacaciones (I)

Hoy he hecho un esfuerzo. Un gran esfuerzo. Me he levantado a una hora digamos… decente. Que aún había gente que ni siquiera había comido. Sí sí, muy duro. Además, habían cortado la luz de toda la calle y me he duchado desafiando a la muerte que se escondía en la oscuridad de mi baño. Tras superar este duro obstáculo he desayunado un par de galletas y he salido a derretirme al sol.
De camino al metro me ha parado un vagabundo pidiéndome dinero y le he dicho que iba a buscar un trabajo y si lo conseguía ya le buscaría para darle alguna moneda (ambos sabíamos que eso no pasaría, pero le he dicho que no de una manera elegante). La verdad es que sí iba buscando trabajo. He llegado a mi destino y le he dejado mi currículum al hombre que estaba de responsable. Me ha dicho que tal vez me llamarán pero no tengo demasiada confianza, ya ves tú, es absurdo depositar tus esperanzas en que te llamen para un trabajo con la crisis que se han sacado de la manga los políticos y tiene a todo el mundo cagado.
He vuelto en el metro, oliendo el repugnante hedor que desprendía un alemán (suerte que solo han sido 3 paradas) y leyendo al Sr. Bukowski, el cuál me ha sorprendido agradablemente una vez más con este fragmento: Empecé a mirarle las piernas. Siempre he sido un hombre de piernas. Fue lo primero que vi al nacer. Después intenté salir. Desde entonces he intentado la dirección contraria pero con bastante poco éxito.

Suerte.

domingo, 26 de julio de 2009

Rutina de domingos

Todo se me paraliza. Me levanto a las mil habiendo desperdiciado una espléndida mañana de verano. Me arrastro hasta el baño y trato de despertarme mojándome la cara. Me sigo arrastrando un poco más y llego hasta el comedor. Mi padre está viendo la tele con el ventilador a tope y mi madre me deja un plato de comida sobre la mesa. Me lo como un tanto resignado y bebo como dos litros de agua. Vuelvo al baño y rebajo el volumen de agua en mi cuerpo. Me arrastro un poco más y llego hasta mi habitación dónde me tumbo en la cama y noto como las horas pasan lentas. Desperdicié la mañana y estoy haciendo lo mismo con la tarde pero ya no me sorprende, forma parte de mi “rutina de domingos” en que cada minuto que pasa está más desaprovechado que el anterior.
Tumbado en la cama mirando al techo acabo por dormirme y sueño que algún día llegará alguien que me saque de casa los domingos. Tal que si fuera una princesa que espera a su príncipe azul. Mientras espero ese momento, me levanto de la cama para escribir esto, que a nadie le importa pero así noto que hago ‘algo’ y se me pasa el tiempo más rápido… ¿ves? Ya ha pasado media hora más.

jueves, 18 de junio de 2009

El error

Hay ciertas cosas en la vida que son un error aunque en realidad no sabes que son un error porque la única forma de saber que realmente son un error es cometiendo el error y luego mirar hacia atrás y decir: “sí, ha sido un error”. Así que en realidad, el verdadero error sería no cometer el error porque entonces te pasarías la vida entera sin saber si era un error o no.

viernes, 12 de junio de 2009

Nos va el riesgo

Nadie lo puede negar. Nos va el riesgo, nos gusta. Todos tenemos nuestro lado sadomasoquista y es algo inevitable. Tan inevitable y jodido como esa gripe que coges cuando llega el fin de semana. Digo esto porque pasa continuamente y a nadie le sorprende.
Empiezas por poco: robas un chicle en la tienda de chucherías, caminas por el borde de la piscina, te vas de un bar sin pagar la consumición… cosillas sin demasiada importancia que no van a cambiar el rumbo de tu vida.
Luego ya haces cosas más arriesgadas: cruzas la calle sin mirar si vienen coches, te afeitas sin ponerte primero la espuma esa con la que pareces Papá Noel y paseas por el Raval como si no pasara nada. Con cualquiera de las tres opciones anteriores podrías haber acabado haciéndote daño y lo sabes, pero aún así lo haces. ¿Por qué? Porque te va el riesgo, ya te lo he dicho.
Eso sí, lo mejor llega al final. Cuando conoces a esa chica imposible. Esa chica que sabes que no es la tuya, que no la conquistarás jamás, que no se fijará en ti pero adivina qué haces… ¡Exacto! Lo intentas como un capullo y no tienes otro final que ese, el de un capullo al que le va el riesgo.

lunes, 8 de junio de 2009

El cariño entre el desprecio

Cuando estás una hora en medio de Barcelona intentando parar a gente y todos pasan de ti como si fueras un papel roto en el suelo, pasa por tu cabeza la idea del suicidio. Es entonces cuando aparece una bella y amable mujer. Esta mujer se encontraba en una situación parecida a la mía y de una manera muy agradable se acercó a interesarse por mí. Yo le contesté de la mejor manera posible y terminada la conversación cada uno volvimos a nuestro trabajo.
La verdadera sorpresa llega cuando esta chica te empieza a ayudar de una manera espontánea y desinteresada. En ese momento tu percepción sobre esa persona mejora de una manera notable. La idea del suicidio desaparece y ronda ahora la del ‘cariño’. No me puedo enamorar de una persona que no conozco pero sí cogerle cariño o deberle ‘algo’. Sin conocerme de nada ha hecho algo muy bonito. Te propones qué hacer: ¿Le ayudas con su trabajo? ¿Te vas sin más? ¿Le pides el número y quedáis un día para zanjar el favor?
Demasiado tarde, ya he tomado una decisión y no parece la más acertada.

domingo, 31 de mayo de 2009

Nunca se sabe

Asusta pensar cuantas cosas escapan a nuestro control. A mí no me gusta hacer planes con mucha antelación porque todo se puede fastidiar en un momento. Mucho tiempo trabajando en algo y luego… zas! Todo se va a tomar por saco, por no decir una palabra más fea que empieza por culo.
Es como cuando haces algo en el ordenador y se te va la luz. Primero eres tonto por no haber guardado y después caes en la cuenta de que te deberías comprar un ordenador portátil.
Por eso es por lo que hay que estar preparado para cualquier situación por muy inesperada que sea. Por eso, los chicos llevamos un condón en la cartera porque… nunca se sabe.



P.D.: Todo cambia en un instante, la ilusión hecha un desastre.

lunes, 25 de mayo de 2009

Reflexiones desde una biblioteca

Y en verdad esto es una mierda. Madrugas para estudiar, llegas a clase más tarde de lo previsto, enciendes el ordenador y no sabes hacer nada. Maldices al inventor del Flash, del 3D y a la madre que les parió.
La biblioteca es todo menos eso. Los niños no guardan silencio ni a cambio de amenazas, siguen haciendo sus manualidades. Los mayores no se comportan como tal y algunos incluso desesperan. Otros, simplemente nos dedicamos a actualizar el blog desde un hábitat diferente del nuestro esperando que llegue la hora de nuestra última muerte por el momento.

Resurgiremos de nuestras cenizas tal que un ave fénix.

jueves, 21 de mayo de 2009

Alguien o nadie

Alguien. Alguien con quién hablar, reír, llorar, deprimirte, alegrarte… Alguien a quién abrazar, acariciar, besar, tocar, morder, gustar…
Nadie. El problema es cuando no hay nadie. Nadie con quién hacer nada de eso ni de lo otro.
Lo peor es cuando estás solo, que no hay nadie y buscas desesperadamente a alguien.
Alguien lo es todo, nadie no es nada.

sábado, 16 de mayo de 2009

Todo y nada

Un cruce de miradas, un toque entre manos, una palabra bonita, un abrazo, una caricia... un beso.
Buena terapia contra el frío matinal y los resquicios de tristeza.

http://www.youtube.com/watch?v=DqXYt4QXJ_U

jueves, 23 de abril de 2009

El día de Sant Jordi


23 de Abril. En 1616 muere Miguel de Cervantes, el mejor escritor español de todos los tiempos y posiblemente el mejor de toda la historia. Según la UNESCO se ha considerado el día del libro y en Barcelona nos cunde mucho.


Gente para arriba, gente para abajo. Blancos, negros, amarillos, rojizos por el sol, azules por el tinte... de todos los colores, edades, sexos, culturas, creencias... de todo. Variedad a la hora de escoger el libro, a la hora de comprar la rosa que ya no siempre es la clásica roja, a la hora de regalarlo... Paseos para arriba, paseos para abajo, globos vigilando que todo marche bien desde su vista privilegiada y gente controlando que hayan hecho todas sus compras. Entre todos... yo, disfrutando del día de Sant Jordi.

miércoles, 15 de abril de 2009

Te compro tu alma

- Buenos días.
- Buenos días, ¿qué desea caballero?
- Pues bien quiero…
- ¿Sí?
- Quiero…
- Venga señor, no tengo todo el día.
- Quiero… comprarle su alma.
- ¿Mi alma?
- Sí sí, su alma
- Pero… ¿Por qué desea eso?
- Porque yo ya no tengo.
- ¿Que usted ya no tiene alma?
- Exacto.
- Pero, ¿Por qué dice esa tontería?
- Es la verdad
- Vale. ¿En qué se basa para afirmar esto? ¿Qué ha hecho usted?
- No se lo puedo decir, es algo terrible
- No será para tanto.
- Sí lo es.
- Ah, bueno, en ese caso… ¿cuánto me ofrece por mi alma?
- Mmmm, ¿cuánto pide?
- Yo no soy el que la vende, es usted el que la compra.
- De acuerdo. En ese caso le ofrezco… diez mil euros.
- ¿Diez mil euros por mi alma?
- Eso mismo.
- No sé no sé… es una buena cantidad pero el alma es algo muy íntimo… acepto.
- ¡Estupendo!
- Es toda suya. ¿Me paga en efectivo o en cheque?
- En cheque, se lo firmaré cuando usted me dé su alma.
- Pero si ya se la he dado.
- Ah, ¿sí?
- Sí.
- Ah.

lunes, 13 de abril de 2009

El post de bienvenida

El título no engaña. Primera publicación para saludaros por primera vez. Soy nuevo en esto de los blogs aunque era lo último que me faltaba por tener. Espero poder publicar algo de forma constante y que vosotros seáis testigos de ello.
Hasta pronto y... ¡BIENVENIDOS A MI JUNGLA!

http://www.youtube.com/watch?v=IYRC4H64EFk