viernes, 18 de septiembre de 2009

Una historia que nunca había contado

Estaba con otra chica, de la que nunca había hablado. En otro bar, del que nunca había hablado. Y hablábamos de cosas, de las que nunca habíamos hablado.
Se nos hizo tarde y el dueño del bar apagó la música, nos recogió la mesa y nos echó una mirada que decía “es hora de cerrar”. Captamos la indirecta y nos fuimos.
Al salir a la calle llovía a mares y ninguno de los dos teníamos paraguas. No era problema porque ella vivía a una calle del bar así que corrimos hasta llegar a su portal no sin evitar que algunas gotas nos empaparan el pelo.
Nos pusimos a cubierto y acabamos la conversación en la puerta de su piso. Ella explicaba sus historias emocionada, sin dejarse los detalles y comentando cada situación de forma graciosa. Yo me reía, porque me hacía gracia de verdad y observaba la emoción en sus ojos explicando la historia. Acabó y nos quedamos en silencio. Nos levantamos y nos abrazamos. Noté la humedad de su abrigo sobre el mío y nos quedamos así un rato. Se separó y yo esperaba que dijera las palabras mágicas, pero de su boca solo salió un “hasta pronto”. Yo la sonreí y caminé solo bajo la lluvia hasta llegar a casa. Me tumbé en la cama y me dormí.

2 comentarios:

Unknown dijo...

por momentos he pensado que la historia acabaría más morbosamente...

Linkades dijo...

Ya ya, si si... seguro que acabó así?

Yo veo ahí un 5 contra 1. xDDDDD