jueves, 8 de julio de 2010

With the lights out

Los apagones son aquellos momentos críticos en los que nadie sabe qué hacer, pero la historia es siempre la misma: mi padre va a mirar sin han saltado los plomos, yo me asomo a la ventana y corroboro que al bar de en frente también se le ha ido luz. Para acabar, mi madre llama a mi hermana para preguntar si en su casa también se ha ido la luz y comentan entre ellas, su disgusto por la comida en la nevera que “se va a echar a perder”.

Yo personalmente, creo que los apagones no son solamente mérito de la incompatibilidad de las compañías eléctricas, sino que son “avisos del destino” para hacernos reflexionar, y hoy conmigo lo han conseguido.

Sin ventilador, ni aire acondicionado, me he dado una ducha y me he decidido a salir a tomar el aire a la calle. A veces está bien esto de pasear sin más y poner un poco de orden a tu cabeza. Decidir dónde va cada cosa y qué función tiene.

Eso sí, lo que más me gusta es estar escribiendo esto mientras me tomo algo sentado en una terraza, yo solo. La gente te mira raro, eres como una especie de ser anti-social. Dios, como molo.

Al volver a casa me encuentro con un bocadillo frío a la luz de las velas. Es muy bonito, así como del siglo XV, súper vintage.

Y al cabo de un rato… se hizo la luz. Y todo volvió a ser como antes, pero al menos he rellenado un hueco más en el blog.

4 comentarios:

Belén dijo...

"eres como una especie de ser anti-social. Dios, como molo" jajaj mola mucho! ;)

Optimista. dijo...

>>Es muy bonito, así como del siglo XV, súper vintage. >>

es la primera bez k me paso, me ha encantado ! un saludo, te sigo.

Superlenteja dijo...

Oh, te entiendo. Yo antes trabajaba en Paseo de Gracia y volvía andando para casa -sí, un poco trastocada- solo para tener mi tiempo....

FaNNy dijo...

yo soy de las que dice que ir al cine solo o irse de fiesta sólo como que no mola...pero yo he ido sola a la playa...y me siento genial :)...cada uno a su bola jajaj