viernes, 18 de febrero de 2011

El tiempo pasa y pesa

No sé si os habíais dado cuenta alguna vez, pero el tiempo pasa. Lo que estés haciendo ahora ya no tendrás oportunidad de cambiarlo así que espero que estés seguro o segura. Es como este texto, ya has empezado a leerlo y no puedes parar hasta que lo acabes (ahora es cuando dejas de leer y me mandas a la mierda). Lo que decía, que el tiempo pasa inexorable (un adjetivo que me encanta) y nadie puede hacer nada para evitarlo, salvo Doraemon o los de la isla de Lost. Con todo esto quiero decir que se te acaba el tiempo de hacer todo aquello que siempre has querido. Estás en una prueba contrarreloj y debes apurar cada curva como si fuera la última y exprimirte al máximo en los sprints. Con este sermón no quiero cargarte con el tópico del “Carpe Diem” y demás chuminadas, pero es que últimamente me he dado cuenta que las personas tenemos fecha de caducidad y que cuando estamos cerca de esa fecha nos arrepentimos de todo eso que no hemos hecho así que mejor llegar a esa fecha con el cupo de acciones completo solo a falta de que te lo sellen en la próxima cola, porque recuérdalo, vayas dónde vayas siempre habrá cola.

1 comentario:

MAR dijo...

Pero las cosas suceden como y cuando tienen que suceder.

Me ha dicho...