miércoles, 19 de agosto de 2009

Ella, la chica del bar de abajo

Ella se sentaba sola, siempre en la misma mesa, siempre bebiendo lo mismo y siempre fumando los mismos cigarrillos. Llevaba varios días observándola pero hoy estaba especialmente resplandeciente. Tenía el pelo más rubio, los ojos más azules y la cara más suave. Fumaba de la manera más sexy que yo jamás había visto y hacía anillos de humo a través de los cuáles podía ver su precioso rostro.
Yo no podía dejar de mirarla, ella lo sabía y no hacía nada por evitarlo.
Apagó su cigarrillo y salió del bar. Yo salí tras ella, aún no sé muy bien porque lo hice pero no me arrepiento.
Anduve tras ella hasta que la paré para preguntarle a dónde iba. No me contestó pero no pudo evitar que una lágrima se deslizara por su mejilla. Saqué un pañuelo del bolsillo y se lo ofrecí. Ella lo cogió y me dijo: - Acompáñame.
No dije nada, la rodeé con mi brazo por la cintura y caminamos juntos hasta que nos perdimos por la oscuridad.

2 comentarios:

Linkades dijo...

A Linkades y a ti os gusta esto.

Dani Rendón dijo...

Como sabes que a mí me gusta? :P
Por cierto, gracias por votar que mi blog te dan ganas de vomitar! :D