domingo, 30 de agosto de 2009

7 días y 6 noches

Todo ha pasado muy rápido, cuando te quieres dar cuenta ya estás en el AVE vuelta a Barcelona tragándote "Crepúsculo" y enamorándote de la chica que la protagoniza.
Ha sido muy poco tiempo, pero el suficiente como para conocer a la gente en estado etílico (el mejor momento para conocer a fondo a cualquier persona y hacerte amigo de él/ella para siempre). Y así ha sido. Les volveré a ver el año que viene, mientras, notaré que tengo un pequeño vacío por ahí pero que va siendo rellenado con otras personas que ya están aquí.
A parte, curiosas muchas cosas que me pasan. Si yo te contara...

miércoles, 19 de agosto de 2009

Una noche más, una noche menos

Toda la noche, TODA. Desde las 12 hasta las 8 de la mañana. En la cama, sin saber qué hacer. Ahora miro a la pared, ahora me cuelga el brazo hasta que toco el suelo, ahora me doy la vuelta y pongo la cabeza dónde los pies, me voy al sofá, me asomo… nadie. Claro, ¿quién va a haber de madrugada por la calle en pleno mes de Agosto?
Me vuelvo a la cama y miro al techo, nada, ahí tampoco veo la respuesta. Cierro los ojos, pero tampoco, no tengo ninguna revelación.
El reloj avanza, ya queda poco para que amanezca y las campanas en L’Hospitalet suenan cada cuarto durante toda la noche.
Joder, pues parece que me ha dado fuerte. Solo la he visto un par de veces, no he hablado con ella, no sé su nombre, no sé nada… y me está quitando el sueño. Pues muchas gracias señorita desconocida, espero que algún día me devuelvas esta noche que me has dejado sin dormir.

Ella, la chica del bar de abajo

Ella se sentaba sola, siempre en la misma mesa, siempre bebiendo lo mismo y siempre fumando los mismos cigarrillos. Llevaba varios días observándola pero hoy estaba especialmente resplandeciente. Tenía el pelo más rubio, los ojos más azules y la cara más suave. Fumaba de la manera más sexy que yo jamás había visto y hacía anillos de humo a través de los cuáles podía ver su precioso rostro.
Yo no podía dejar de mirarla, ella lo sabía y no hacía nada por evitarlo.
Apagó su cigarrillo y salió del bar. Yo salí tras ella, aún no sé muy bien porque lo hice pero no me arrepiento.
Anduve tras ella hasta que la paré para preguntarle a dónde iba. No me contestó pero no pudo evitar que una lágrima se deslizara por su mejilla. Saqué un pañuelo del bolsillo y se lo ofrecí. Ella lo cogió y me dijo: - Acompáñame.
No dije nada, la rodeé con mi brazo por la cintura y caminamos juntos hasta que nos perdimos por la oscuridad.

miércoles, 12 de agosto de 2009

La frenética vida de un estudiante en vacaciones (III)

Hace ya más de una semana que empezó Agosto, el mes de verano por excelencia, en el hemisferio Norte claro, porque en el hemisferio Sur es invierno, ya ves tú qué cosas. Meteorologías a parte, ahora sí que estoy notando las consecuencias de este mes. Todo el mundo se va a los pueblos, torres, cruceros o incluso alguno viaja a países más exóticos. Mientras, yo me quedo aquí oxidándome y tratando de culturizarme con algo nuevo.
Y entre toda esta frenética actividad he podido enumerar una serie de logros que he conseguido durante estos días:
- Ver películas, analizarlas artística y técnicamente y quedarme maravillado por alguna de ellas.
- Mudar la piel de las piernas
- Levantarme antes de las 4 de la tarde y ayudar a poner la mesa por dos veces.
- Limpiar mi habitación
- Empezar y acabar el mismo libro en un día
- Batir mi récord del Guitar Hero
- Actualizar el blog y el fotolog
Y la más difícil y de la que me siento más orgulloso:
- Ir al lavabo, no encender la luz por pereza y conseguir mear sin salpicar una sola gota fuera de la taza.

Esto se merece un aplauso… o incluso dos, si me apuras.