miércoles, 31 de marzo de 2010

Thanks, Jesus

Suena el timbre. Extrañado por la temprana hora que era me acerco a la puerta. La abro y me encuentro a un joven trajeado, una cara un poco de palurdo, pero le doy un voto de confianza. Y aquí empieza nuestra conversación:
- Hola señor, buenos días.
- Hola, ¿qué quieres?
- ¿Sabía usted que Jesús dio su vida por nosotros?
- Algo había oído pero… no estoy muy seguro.
- ¿No lo está? Pues que sepa que Jesús dio su vida por nosotros y ahora es el momento en que nosotros le devolvamos el enorme favor que nos hizo…
- Espera espera, por mí nadie ha dado la vida, excepto mi madre.
- Se equivoca. Jesús está por encima de su madre.
- Pues dígale a Jesús que si quiere que le devuelva el favor que venga él a pedírmelo.
- Pero señor…
¡Pom! (sonido que indica que cerré la puerta).
Vamos hombre, a las 8 de la mañana me vas a venir a vender la moto del tío que se dejó matar para salvarnos. No, gracias. Primero déjame que me tome un café y luego ya si eso hablamos.
Pese a la negativa en forma de portazo, aún al salir me encontré un panfleto con el mismo lema de “Jesús dio su vida por nosotros”. Pienso: y talar árboles del Amazonas para escribir estas cosas… Aiss cómo está el mundo.

No hay comentarios: